El bilingüismo o trilingüismo para algunos de los españoles emigrados es una lucha real del día a día. Viajas entre palabras, nunca acabas de llegar del todo, la gente te habla muy despacio o demasiado rápido. Aprendes 3 palabras por cada una que olvidas, pero te quedas a medias a la hora de discutir por algo.
Tienes todas las ideas en tu cabeza pero a la hora de usarlas, te sientes como un niño sentado por primera vez en la mesa de los mayores. No sabes cómo ni cuándo intervenir.
Te desenvuelves bien, pero aún así te sientes como un extraño. Por lo menos, impresionas a tus amigos.
Aprender y hablar otro idioma cuando no eres tan «joven» presenta una lucha que todos hemos vivido:
1. Sólo te expresas bien utilizando el «presente».
Da igual la lengua que sea, nunca acabas de utilizar correctamente los tiempos en pasado, y no hablemos de los perfectos, subjuntivos o imperfectos… ¡Porque nadie es perfecto!
2. Suenas como un estudiante de primaria en cualquier conversión adulta
Seguro que dominas todos los temas cotidianos, pero cuando se trata de filosofar sobre la vida en general en un tema del que nunca has hablado en ese idioma, te bloqueas y estás fuera de toda ayuda.
3. Nunca jamás serás igual de divertido
No importa si en las cenas con tus amigos del barrio eras el chistoso, en las reuniones con extraños haces bromas inteligentes que causan furor o vienes del Club de la Comedia. Cuando estás en otro país no podrás expresarte con la misma velocidad de pensamiento que en tu lengua materna, tus bromas no se entenderán, no sabes cuando meterte en medio de una conversación para hacer un chiste de lo que se acaba de decir o simplemente, no sabes qué hace gracia a los nativos.
Y claro, te falta un trocito de tu personalidad…
4. Empiezas una tercera lengua y de repente tienes libertad de hablar como te dé la gana
Pocas personas hablan francenglish o alemañol, pero si estás en el proceso de dominar la segunda lengua y aprender una tercera nueva, tu cerebro te juega malas pasadas y mezclas la gramática de una con el vocabulario de otra. A veces es hasta divertido.
5. En el momento que tu acento mejora, la gente empieza a hablarte alucinantemente rápido
Ya casi diferencias las 12 vocales en inglés, utilizas alguna que otra frase hecha y… ¡boom! Como por arte de magia te hablan con palabras que no sabes ni cómo se escriben, ni mucho menos, qué significan. A parte de que tu cerebro no estaba preparado para pasar de 0 a 100 cuando ya no se reprimen y te hablan rápido.
Te sientes perdido al principio, pero al final te ayuda a progresar.
6. Te ves obligado a usar seis palabras para describir una que has olvidado
¿A quién no le ha pasado que tienes que describir las funciones y características de un objeto sólo porque has olvidado su nombre en inglés? Al menos te vuelves creativo…
7. Todo lo tienes siempre en la punta de la lengua
Da igual si no te acuerdas de la palabra o no sabes cómo pronunciarla, no conseguirás transmitir lo que quieres.
Esto lleva a ese momento frustrante que todos hemos experimento de quedarte sin decir alguna cosa, que es mucho peor que decirlo mal.
8. Te desenvuelves bien, pero nunca te sientes integrado
Estás en la madrepatria del inglés, hablas con todos de todo, sobre todo si el alcohol está involucrado, haces amigos. Pero siempre llega esa esa expresión nativa (idiom) en el momento que alguien «abre el kimono» (open the kimono) o «sofá patata» (couch potato) y de repente sientes que sigues estando un poco fuera de juego.
9. Por mucho que digas las cosas bien, siempre hay algo que está mal
No importa que domines en una frase el pasado continuo de una mierda de verbo irregular, que seguramente deberías haber utilizado algún condicional imperfecto con un phrasal verb que no sabías. Pero al menos te entienden, ¿no?
10. A los únicos que puedes impresionar es a tus amigos que no saben una mierda
Traduces los menús del restaurante, alguna consulta por whatsapp y vas soltando alguna frase con una pronunciación envidiable, pero ellos no tienen ni idea…. y tú piensas «deja de preguntarme cosas que no sé cómo se dicen».
11. Tienes que emborracharte para que tus conocimientos fluyan
En toda fase de aprendizaje tiene que haber unos momentos de pub donde la cerveza o vino te haga de asistente, te dejes llevar y hables como si fueras un nativo (en tu mente). Así se pierde el miedo a equivocarse que nos bloquea.
Así que ahora puedes decir a tu madre que la bebida tiene su propio valor educativo. Pero que conste, mi madre todavía no me cree.
12. Hay muchas cosas que no dices porque no puedes
Entiendes todo… pero cuando llega el momento de decir algo que piensas, no puedes formar una frase decente que exprese ni la mitad de lo que quieres. Tranquilos, eso se cura con el tiempo y la práctica.
13. Tu mayor fortaleza es pedir comida
Para sobrevivir has tenido que practicar, primero en McDonald’s señalando, luego en pequeños restaurantes platos sencillos. Después de un tiempo, dominas el protocolo de los restaurantes y las cafeterías. Principalmente, pedir en los bares a las tantas de la noche.
14. Gente que habla peor que tú, pero dicen que son «fluidos»
Tienes amigos que visitan UK por primera vez, dicen que «entienden todo» y poseen un nivel «medio», aunque cuando van solos a penas pueden contestar una pregunta de sí o no.
La ilusión del recién llegado hace que algunos se «flipen» con su nivel y pronunciación. Todo sabemos que cuanto más tiempo llevas hablando una lengua, menos sabías de lo que creías y mucho más queda por aprender.
15. Hablar «a little» un idioma significa desde «poco» a «soy nativo»
Cuando alguien pregunta si hablas su idioma y responde «un poco» / «a little» / «ein wenig» / «un peu»… puede ser que sólo hayas entendido la pregunta o que puedas explicarle la situación política de Suramérica con palabras slang. No hay palabras más precisas para expresar tu nivel en una sola frase… puede que hayas estudiado 3 días o 10 años. Nadie sabe.
16. Tienes que juntarte con personas que también hablen los dos idiomas
Expresiones, formas de construir las frases o significados de palabras que desconocías… si estás en un grupo con gente que habla español e inglés (o el segundo idioma que necesites), al final puedes intercambiar consejos, usar palabras de un idioma a otro para que alguien te las traduzca, y así , poco a poco, se vuelve más fácil.
A parte que ellos serán los únicos que entiendan una broma o frase en la que nativo se perdería ya que no conoce tus «códigos» en tu lengua materna o tú los suyos.
17. Confundes una palabra y TODO cambia.
Al principio puedes pasar de estar 7 meses «embarrased» (avergonzada) o sentirse «embarazada» (pregnant) en una situación con tus amigos. Esos false friends que a todos nos dejan perdidos en un momento u otro.
Nunca te dejes en una reunión una «carpet» (moqueta) cuando querías decir el «folder» (carpeta) o le ligas a alguien «don’t bother» (ni te molestes) cuando querías decirle «don’t worry» (no te preocupes), las oraciones cambian radicalmente.
mentalfloss.com/article/57195/50-spanish-english-false-friend-words
18. Simplemente no entiendes las expresiones idiomáticas
Por mucho que te esfuerces no entenderás cuando estás «labrando al árbol equivocado» (barking up to wrong tree), «Elvis se ha ido del edificio» (Elvis has left the building) o «llorar por la leche derramada» (Cry over spilt milk). Si no has mamado la cultura del idioma desde pequeño es como un arma que no sabes cuándo disparar.
learn-english-today.com/idioms/idioms_proverbs.html
19. Tu personalidad no brilla igual
Todos esos matices que hacen de tú seas tú en tu lengua materna se diluyen cuando estás en terreno extraño, por mucho que entiendas y te entiendan. Jamás volverán las sutilezas a las que estás acostumbrado.
Cada lengua es diferente, por lo que no hay que hablar «literalmente» igual que como lo haces en castellano, simplemente empápate del inglés (u otra lengua), de cómo la utilizan los nativos y crea tu nuevo tú.
20. Sólo puedes criticar o enfadarte con la gente a medias
El pasatiempo favorito de toda persona es comunicarse con sus amigos, criticar y comentar rumores. Cuando no dominas la segunda lengua, te quedas a mitad de camino de todas las mierdas que te gustaría decir… eso es así. Nunca te podrás cagar en el árbol genealógico de alguien de la misma forma que lo harías en castellano, por mucho que practiques en una lengua extranjera.
Artículo inspirado por Kaitlyn Cawley, adaptación de su original publicado en elitedaily.com
Categorías:Aprender Inglés, Curiosidades
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