Fundada en el 1516, la Royal Mail es una de las empresas de mensajería más antiguas que perduran (sino la que más). Y los británicos están muy orgullosos de ella, bueno, están orgullosos de todo los british, para qué engañarnos. Pero la historia de hoy es curiosa.

Un día James Addison, un diseñador gráfico de Poole (Dorset), decidió retar a su cartero habitual con acertijos o mensajes encriptados para ver si conseguía entregar las cartas en la dirección correcta.

Frank, el cartero de la zona, no ha fallado nunca. Ni siquiera cuando se lo hizo con puntitos… en Morse.

Me ha parecido divertido y quería compartirlo con vosotros.

¿Qué experiencia tenéis con la Royal Mail? ¿Buena o mala?

(*) «Bristoleños.com ha sido citado como referencia de la misma noticia en ABC.es