En España, probablemente, nunca bebíais té, o lo hacíais muy de vez en cuando. Aquí, en cambio, lo habéis adoptado como costumbre y tomáis té después de comer, a media tarde o antes de acostaros. El té engancha. Y tenemos entre tantos tipos para elegir… Té verde, chai, de menta, té con limón, té con leche, té con canela, con frutos rojos… ¿Pero de dónde viene esta tradición? ¿En qué momento alguien decidió que en Reino Unido debía implantarse el té ‘de la tarde’?

El origen del té ‘de la tarde’

El té de la tarde, una de las costumbres inglesas por excelencia es, sorprendentemente, una tradición relativamente nueva. La costumbre de beber té se remonta al tercer milenio antes de Cristo en China, y se popularizó en Inglaterra durante la década de 1660 gracias al Rey Carlos II y su esposa, la portuguesa Infanta Catalina de Braganza. No fue, sin embargo, hasta mediados del siglo XVII que el concepto ‘ té de la tarde ‘apareció por primera vez.

El consumo de té aumentó notablemente durante el siglo XIX, cuando Anna, la séptima duquesa de Bedford, empezó a tomarlo para saciar su hambre en el año 1840. Por entonces, era habitual que la gente sólo tomara dos comidas al día: el desayuno y la cena de las 20h. A las 16h, la duquesa tomaba su té, acompañado de alguna pasta, en su habitación.

Más tarde, invitó a sus amigos a unirse a ella en las estancias de Woburn Abbey, y esta práctica se hizo tan popular en verano que la duquesa continuó haciéndolo en Londres. La duquesa enviaba cartas a sus amigos pidiéndoles que vinieran a tomar té y caminar por el campo. Más adelante, la práctica se trasladó al salón. En poco tiempo, se puso de moda que la sociedad tomara una taza de té y comiera pequeños bocadillos en mitad de la tarde. Durante la década de 1880, las mujeres de clase alta se ataviaban con vestidos largos, guantes y sombreros para el té de la tarde, que tomaban entre las 16 y las 17h.

Muchos turistas creen que en Reino Unido a las tres y media de la tarde todo se detiene para tomar el té, cuando lo cierto es que el té de la tarde es bastante ocasional entre los ingleses: en una fiesta de cumpleaños, por ejemplo, o en mitad  de un descanso.

¿Sólo té?

El té de la tarde consiste, tradicionalmente, en una selección de sándwiches y bollos servidos con nata y mermelada, así como tartas, galletas y pasteles. En las casas más humildes, la taza de té se acompaña de una pequeña galleta o un pastel. En las más lujosas, se cuida hasta el más mínimo detalle cuando se trata de hacer una tea party: tazas de porcelana, una bolsa de galletas de regalo con el nombre de los invitados, manteles de color pastel, teteras, bolsas de té de todos los tipos, leche, azúcar, mermelada, hielo…

También puede acompañarse el té con un poco de leche. Hay un debate abierto sobre cuándo debe echarse la leche: si antes o después. Al parecer, es mejor echarla primero, ya que, de lo contrario, resta sabor al té. Así lo dice la British Standards Institution.

Lugares para tomar un té siguiendo la tradición

Para experimentar lo mejor de la tradición del té de la tarde, podemos visitar los mejores hoteles de Londres o un pintoresco salón de té. El Devonshire Cream Tea es famoso en todo el mundo, y consta de bollos, mermelada de fresa y el ingrediente vital, la crema de leche de Devon, así como un té dulce caliente servido en tazas de té de porcelana. Otros  de los condados del oeste de Inglaterra que afirman servir los mejores tés son: Dorset, Cornwall y Somerset.

Por otro lado, hay una amplia variedad de hoteles de Londres que ofrecen la experiencia del té de la tarde. Son: Claridges, Dorchester, Ritz y Savoy, así como Harrods y Fortnum and Mason.

¿Nos recomendáis un lugar de Reino Unido para tomar un buen té?