Tal como han reportado algunos medios locales, el pasado 14 de febrero, se producieron algunos problemas a la hora de aterrizar los aviones en el aeropuerto de Bristol.
Las autoridades comunicaron que fuertes vientos, de hasta 128 km/h, dificultaron la tarea a los pilotos. Afortunadamente, todo quedó en anécdota aunque los vídeos grabados pueden aterrorizar a las personas que tengan algún miedo para volar.
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